¿Qué tal si deliramos por un ratito?
¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible?
El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir no más, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega.
Nadie vivirá para trabajar pero todos trabajaremos para vivir.
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
La comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos.
Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma.
Seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses.
Pero en este mundo, en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.
EDUARDO GALEANO – extracto de “EL DERECHO AL DELIRIO”
Mis últimas creaciones…
Broches imitación punto
Colgantes con distintas Técnicas
Llaveros
Puntos de lectura y botes de chuches
Muñequitas
Feliz Vida!!
Muackss